Daniel Ortega, presidente de Nicaragua que participó en el derrocamiento del dictador Somoza, se ha convertido en un criminal comunista, valga la redundancia, peor que aquel al que derrocó.
Cientos y cientos de muertos por una cruel represión de su gobierno de la que nadie habla. Nadie en el mundo occidental clama contra este criminal y su malvada esposa, salvo algún misionero...
¡Ah, que es otro dictador comunista! En ese caso silencio informativo...
Ninguna televisión, agencia de noticias, periódico, radio y no digamos, partidos progresistas y asociaciones pro derechos humanos, han puesto el grito en el cielo... "Es que es de los nuestros..."
¡Echeminga, coleta, SáncheZPedro, Garzón, proetarras, pesetero-separatistas...! ¿Dónde estáis?
¿Y los partidos demócrata-cristianos?
Unos, silencio cómplice; otros, silencio acomplejado y cobarde.
Mientras, el matrimonio siniestro, sigue reprimiendo al pueblo a sangre y fuego.
1 comentario:
La gran hipocresía una vez más con los tiranos
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