Dice el Sr. Viera, consejero de los ERE`s en los que se robaron los millones a manos llenas en la consejería que él dirigía, que no sabe nada; que es un simple maestro.
No, hijo, no. Tú no eres un maestro. Un maestro sabe perfectamente la diferencia entre el bien y el mal; entre robar y ganar el dinero honradamente; entre el fraude y la decencia...
Tú eres un desertor de la tiza, como tantísimos otros de tu partido que olfatearon la pasta y comprendieron que, de maestro o de profesor de instituto o de universidad, jamás se harían tan ricos como en la política del régimen...
Si eres maestro, ¿Por qué no dejas el sillón y el aforamiento de las Cortes y vuelves a la escuela?
Claro, se está más cómodo sin dar un palo al agua (No se conocen iniciativas, intervenciones ni actividad alguna de este individuo en el Senado ni en el Congreso) que dando clase. Y encima, protegido por el aforamiento en el Supremo.
Ensucia el nombre del noble oficio de Maestro con sólo pronunciarlo. Usted, Sr. Viera, no es maestro; es un cobarde escondido en su escaño. Como otros a los que les debe el cargo... y el sillón.
1 comentario:
Efectivamente, este "ser vivo" ensucia el buen nombre del magisterio.
De maestro nada de nada, ¿a quién quiere engañar?, no ha hecho nada por la Educación, más bien por su bolsillo.
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