sábado, 1 de marzo de 2014

La inmigración ilegal es un problema europeo, no sólo español.

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La única forma de que la comisaria europea de interior deje de decir tonterías y se ponga a trabajar es meterle el problema en su casa. Seguro que estaría encantada de sacar a los hacinados inmigrantes ilegales de Ceuta y Melilla y llevarlos, junto con los de Lampedusa, a las confortables dependencias del Parlamento europeo, la Comisión, el Tribunal de derechos humanos e incluso a su propia casa.

Parece como si hubiera una mano negra en Europa que no hace más que tocarnos las... narices. ¿No tendrá nada que ver Almunia, verdad?



1 comentario:

Mi opinión dijo...

¡Qué bien se ven los toros desde la barrera!, el lidiarlos con arte y sabiduría, es ya otra cosa.
El sacrificio económico para ayudar a estas gentes en su propio país es otro cantar. El dejar de aprovecharnos de su ignorancia y su pobreza ya es diferente.
¡Cuánto hipócrita, cuánta gentuza!. ¿Cuándo unas relaciones económicas pensando en estas personas?.
¡Qué fácil es que el problema esté a miles de kilómetros de uno y poder ponerse bueno hablando del tema!